Marcapáginas elástico de las Reliquias de la Muerte de Harry Potter

Las Reliquias de la Muerte eran tres objetos mágicos de gran poder, supuestamente creados por la Muerte y otorgados a cada uno de los tres hermanos de la familia Peverell. Consistían en la Varita de Saúco, una varita inmensamente poderosa que se consideraba invencible; la Piedra de la Resurrección, una piedra que podía invocar los espíritus de los muertos; y la Capa de Invisibilidad, que, como su nombre indica, volvía completamente invisible a su usuario.

Según la leyenda, quien poseyera estos tres artefactos se convertiría en el Señor de la Muerte. La historia de las Reliquias de la Muerte fue contada originalmente por Beedle el Bardo y posteriormente transmitida de familia en familia como un cuento de hadas mágico. Pocos magos se dieron cuenta de que las Reliquias de la Muerte eran objetos auténticos. La mayoría creía que Beedle había inventado cosas para entretener a jóvenes magos y brujas.

Se sabía que nadie, excepto Harry Potter, había estado al mando de las tres al mismo tiempo, aunque nunca las poseyó todas a la vez (dejó caer la piedra en el Bosque Prohibido justo antes de conseguir la varita que había obtenido de la alianza en una pelea previa en la Mansión Malfoy). Albus Dumbledore también las poseyó, pero no todas a la vez, al igual que Harry, ya que nunca fue el verdadero dueño de la Capa.